Si hubiera un método único fantástico para estudiar y asimilar toda la información mucho más rápido en lugar de pasarnos tantas horas, días o meses encerrados estudiando seguro que todos daríamos cualquier cosa por hacernos con el secreto. Hasta donde sabemos, por el momento nadie ha encontrado nada semejante. Sin embargo, diversos estudios científicos han descubierto algunos factores que pueden influir en nuestra capacidad para aprender. Obviamente, conocerlos puede ayudarnos considerablemente a estudiar mejor y más rápido. En este artículo podrás ver cuáles son estos factores y cómo sacarles el mayor partido posible para obtener las mejores notas.
1. Evitar los atracones de un día. En su lugar, planificar sesiones de estudio más cortas durante varios días
Las investigaciones demuestran que es mucho más eficaz realizar sesiones de estudio más cortas, de unos 20-30 minutos, a lo largo de varias semanas, que estudiar seguido durante horas en un mismo día o unos cuantos días.
2. Evitar estudiar por las noches y fijar unas horas del día concretas para las sesiones de estudio
Los estudios científicos han demostrado que las sesiones de estudio prolongadas durante la noche afectan negativamente a nuestro razonamiento y memoria y los efectos pueden durar ¡hasta 4 días! En cambio, si en su lugar establecemos unos horarios de estudio específicos a lo largo del día o la semana, estaremos creando una rutina de aprendizaje y a medida que nuestro cerebro se acostumbre a aprender en esos momentos, nos será cada vez más fácil estudiar.
3. Fijar metas u objetivos específicos para cada sesión
En
lugar de estudiar de forma aleatoria, es mejor elegir un tema concreto y
centrarse en él hasta entenderlo a la perfección. ¿Cómo sabemos cuando
estamos listos para pasar a otro tema? Muy fácil. Basta con tratar de
explicar a alguien el tema de forma sencilla. Si lo conseguimos, podemos
pasar al siguiente tema; de lo contrario, significa que todavía no lo
hemos entendido o asimilado lo suficiente.
4. Hacer fichas esquemáticas con la información principal de lo que hemos estudiado
En lugar de pasarnos horas subrayando libros y releyendo una y otra vez los apuntes, resulta mucho más práctico hacer unas fichas esquemáticas durante la primera lectura. Posteriormente, podremos revisarlas en las horas de estudio o en cualquier otro momento del día mientras esperamos en la parada del autobús o en la consulta del médico, etc. De ese modo, iremos mejorando poco a poco nuestra comprensión de cada tema y nos será más fácil identificar los conceptos clave y relacionarlos entre sí. Además, también podremos consultarlas poco antes del examen, a modo de último repaso. Los post-it de colores son muy interesantes para esto.
5. Estudiar cada tema como si tuvieramos que dar una clase sobre él
Como parte de un estudio se pidió a un grupo de estudiantes que estudiaran un tema. A una mitad se les dijo que después deberían realizar un examen, mientras que a la otra mitad se les dijo que tendrían que explicar el tema a otros estudiantes. El resultado fue que estos últimos mostraron una mayor comprensión de los puntos principales. Básicamente, cuando nos preparamos para enseñar, nuestro cerebro organiza la información de forma diferente, como parte de una estructura más lógica y coherente.
6. Practicar, practicar, practicar... y volver a practicar una y otra vez
La práctica lo es todo. No basta solo con estudiar, además, debemos hacer ejercicios y cuestionarios relacionados. Esos ejercicios no solo ponen a prueba a nuestro cerebro en situación, sino que una vez corregidos, nos servirán para identificar posibles errores y lagunas de conocimiento. En caso de pruebas cronometradas la práctica también nos ayudará adaptarnos a los tiempos. Además, los estudios han demostrado que la práctica mejora nuestra confianza y, con ella, nuestro rendimiento.
7. Tener un lugar de estudio fijo y adecuado
Todos los estudios indican que lo mejor es tener un lugar de estudio fijo en el que tengamos a mano todo lo que podamos necesitar, en lugar de estar cambiando de sitio cada día. Al igual que los horarios establecidos estudiar siempre en el mismo sitio ayuda a nuestro cerebro a crear una rutina de estudio asociada a ese lugar, de forma que cada vez nos será más fácil estudiar en él.
8. No llevar el teléfono móvil al lugar de estudio
Cada
vez es más habitual ver a gente estudiando con el móvil a su lado sobre
la mesa. ¡No lo hagas! Los mensajes y otras notificaciones que recibimos
en los móviles son uno de los mayores elementos de distracción hoy en
día a la hora de estudiar o de hacer cualquier otra cosa. Es muy
importante guardar el móvil y ponerlo en silencio cuando vayamos a
estudiar; o mejor, dejarlo en otra parte de la casa para evitar la
tentación de mirar a cada rato si hemos recibido algo.
9. No escuchar música mientras estudiamos
Aunque algunos estudios parecen indicar que escuchar música clásica puede aumentar nuestra concentración, otro estudio reciente ha demostrado que estudiar con un sonido rítmico de fondo puede dificultar la concentración y que los que estudian sin música obtienen mejores resultados.
Puedes ver los consejos más detallados en el siguiente vídeo:
Como ya sabemos los sistemas educativos varían en cada país (por suerte o por desgracia). Esta situación de cambio la han podido vivir un grupo de estudiantes chinos que decidieron estudiar en el Reino Unido.
Estos estudiantes deben cambiar su mentalidad y abrir nuevos caminos a lo que están conociendo y a lo que vivirán.
Especialista en Educación, Susan Fang, da cuatro consejos sobre lo que los estudiantes chinos deben hacer con el fin de obtener el máximo provecho de su estudio. Ella ha ayudado a miles de estudiantes chinos para superar diversas dificultades al estudiar en el Reino Unido durante la última década.
Coge lápiz y papel y lee atentamente estos sencillos consejos.
1. Ser más activo.
Abrazar la cultura inglesa, abrazar el idioma, el Inglés.
Antes de todos, estos alumnos tienen que entender que el sistema educativo es muy diferente en cada país.
En el lejano Oriente, el aprendizaje que reciben los niños sólo va en una dirección, es decir, los maestros aportan y enseñan sus conocimientos a los alumnos, pero no a la inversa (los profesores transmiten y los alumnos reciben).
Sin embargo, en el Reino Unido, es todo lo contrario. Este sistema educativo intenta mantener dos vías de diálogos entre profesores y estudiantes. Ambas partes dan y toman. Es por este motivo, que los estudiantes chinos deben de adaptarse a esta nueva mentalidad de aprendizaje para poder prosperar.
Los estudiantes también tienen que querer saber siempre más del tema de estudio. Por ejemplo, si están estudiando Economía, además de leer libros de texto, debe estar en la cima de la actualidad y leer acerca de la política, la sociología y la historia con el fin de obtener una imagen completa de la asignatura, para saber lo que está pasando en todo el mundo.
Por otra parte, los estudiantes deben tomar la iniciativa de ir a eventos fuera de sus aulas para ganar estímulos intelectuales relacionados con su tema.
En esencia, los estudiantes chinos tienen que tener en cuenta que el aprendizaje no es sólo acerca de la absorción de los libros de texto. Es mucho más que eso.
Y, ¿esto no sería genial llevarlo a cabo también en España? Sería perfecto que todos los docentes creasen en los estudiantes el deseo de saber más y querer conocer el tema en profundidad por ellos mismos.
Es decir, crear en cierto modo, un aprendizaje autodidáctico.
2. Ser mejor en la gestión del tiempo y la fijación de objetivos
Esto es un "problema" que atañe a todo tipo de estudiantes, ya que la organización del tiempo para la realización de tareas no se hace del todo bien. Es necesario que, tanto los estudiantes chinos como todos en general tengan los objetivos claros sobre dónde quieren estar, establecer un calendario realista y seguirlo.
Pongamos un ejemplo, digamos que tienes un examen en enero 2016 después de Navidad. Es muy poco probable que en estas fechas tan señaladas le dediques tanto tiempo, es normal. Pero, sabiendo esto planifícate de ante mano, estudia todos los días e intenta dejar el mínimo temario posible para navidad. Intenta organizarte de tal forma que para estas fechas solo debas darle un pequeño repaso.
No te confíes con que queda mucho tiempo con la fecha del examen, a fin de cuentas el tiempo pasa volando.
3. Toma la iniciativa para socializarte
Todos los estudiantes necesitan de la ayuda de sus compañeros para mejorar su rendimiento. Pero en el caso concreto de los estudiantes chinos necesitan aprender a construir y mantener una buena relación con sus compañeros y profesores, ya que en su sistema educativo el trato profesor-alumno, es el la gran mayoría de los casos frío.
Además, siempre debes tratar de mantener una buena relación con sus compañeros. Es posible que necesite su ayuda tanto en un futuro inmediato como en su futuro laboral, ¿quién te dice a ti que uno de ellos no puede ser tu socio?
Así que, ya sabes, empieza a construir una buena relación con tus compañeros, todo te irá mejor. A fin de cuentas el estudio no se trata de competir con el resto, si no de superarse a uno mismo.
4. Planificar el futuro ahora, no mañana
Los estudiantes deben empezar a planificar lo que quieren hacer cuando terminen sus carreras ahora, no después de la graduación.
En el caso de los estudiantes chinos que están estudiando en el Reino Unido (por poner un ejemplo, ya que todo esto se puede extrapolar a cualquier estudiante) ¿Quieren volver a China después de la graduación? ¿Quieren encontrar un trabajo en el Reino Unido? Todas esas preguntas son muy importantes tenerlas resueltas ya que marcaran el resto de tu vida.
¿Porqué es importante tener resuelto estas preguntas? Pues bien, dependiendo del camino que quieras tomar debes de hacer formarte en unas cosas u en otras. Por ejemplo, si desea convertirse en un médico, qué necesita hacer un número de horas en hospitales o en la caridad antes de graduarte. Si quiere formar parte de la banca de inversión necesita hace unos exámenes específicos...
Planee ahora antes de que sea demasiado tarde.
En resumen, mi consejo final para los estudiantes chinos es "mantener la mente abierta y aceptar las diferencias". Debes ser consciente de las diferencias que hay en cada país.
Si puedes abrazar las diferencias, te sorprenderás de la cantidad de cosas que vas a aprender.
Las matemáticas están en todo lo que nos rodea en nuestro día a día, desde ir al supermercado, a echar gasolina, utilizar un GPS o colocar una estantería en la pared.
En 2013, el matemático y prestigioso escritor de libros de divulgación, Ian Stewart, publicó un libro titulado “17 ecuaciones que cambiaron el mundo”. En este artículo, explicamos algunas de ellas y por qué han sido tan importantes para la historia de la humanidad.
1. El teorema de Pitágoras
Esta famosa ecuación es la base de la geometría tal como la conocemos. Data del 530 a.c. y describe la relación que existe entre los lados de un triángulo rectángulo situado sobre una superficie plana, afirmando que la suma del cuadrado de la longitud de los lados cortos a y b (“catetos”) es igual al cuadrado de la longitud del lado más largo c (“hipotenusa”).
Este teorema es especialmente útil en el campo de la construcción, pero también en la navegación para triangular posiciones, en las investigaciones policiales para calcular la trayectoria de una bala o determinar a qué distancia estaba el tirador o para averiguar la posición de un teléfono móvil por triangulación. Los GPS que utilizamos hoy en día no podrían funcionar sin este teorema.
2. Los logaritmos
Los logaritmos, presentados por John Napier en 1610, son la inversa (lo opuesto) de las funciones exponenciales. Un logaritmo de una base determinada es la potencia a la que tenemos que elevar esa base para conseguir un número. La ecuación log(ab)= log(a) + log(b) es una de las aplicaciones más útiles de los logaritmos, al convertir la multiplicación en suma.
Hasta el desarrollo de los ordenadores y la computación digital, este era el método más común para multiplicar rápidamente entre sí números de gran tamaño y aceleró considerablemente los cálculos en campos como la física, la astronomía y la ingeniería.
En la actualidad se utilizan en numerosos campos como el de la economía y la banca, en donde se utiliza, por ejemplo, para medir el crecimiento de los depósitos en el tiempo; el la publicidad, para elaborar las estadísticas de la campaña publicitaria; en biología, para el análisis estadístico de qué genética heredará un hijo de sus padres; en geología, para calcular la intensidad de los terremotos; en química, para el cálculo del pH, etc.
3. La ley de la gravedad
Esta ley de la física clásica, también denominada ley de la gravitación universal, fue enunciada por Isaac Newton en 1687 y describe la fuerza de atracción mutua F que experimentan dos cuerpos en función de sus respectivas masas m1y m2, la distancia que los separa r y la constante de gravitación universal G. Según esta ley, cuanto mayor sea la masa de los cuerpos y cuanto más cerca se encuentren uno del otro, con mayor fuerza se atraerán.
Esta ley explica casi a la perfección el movimiento de los planetas y es completamente universal, es decir, no sólo funciona en la Tierra, sino en todo el Universo. En nuestra vida diaria, explica muchas cosas, entre ellas, por qué la tierra gira alrededor del sol, por qué un péndulo puede mantener su movimiento oscilante eternamente, por qué si lanzamos cualquier objeto hacia arriba siempre acaba cayendo hacia abajo y por qué su velocidad de caída aumenta a medida que se aproxima a la Tierra, etc.
La ley de la gravedad de Newton se mantuvo vigente hasta que fue reemplazada por la teoría de la relatividad general de Albert Einstein, a principios del siglo XX.
4. La ecuación de la onda de d'Alembert
La ecuación de la onda o ecuación de d'Alembert es una ecuación diferencial desarrollada por el matemático y filósofo francés Jean le Rond d'Alembert en 1746. Esta ecuación sirve para describir el comportamiento o cambio de forma a lo largo del tiempo de una amplia variedad de ondas, entre ellas, las ondas del agua, las sonoras y las de la luz. Por ejemplo, una cuerda de guitarra que vibra, las ondas en un estanque tras lanzar una piedra o la luz que emite una bombilla incandescente. De ahí que sea tan importante en campos como la acústica, el electromagnetismo o la dinámica de fluidos, entre otros. Además, las técnicas desarrolladas para resolver esta ecuación ayudaron a comprender otras ecuaciones diferenciales.
5. Teorema de los poliedros de Euler
El matemático Leonhard Euler publicó en 1751 su “Teorema de los poliedros”, que incluye una fórmula de resultados sorprendentes. ¿Pero qué es un poliedro? Pues es una versión tridimensional de un polígono. Por ejemplo, un cubo sería un poliedro o versión tridimensional del polígono cuadrado. Las esquinas de un poliedro se llaman “vértices”, las líneas que conectan los vértices entre sí se denominan “aristas”, y las superficies que quedan entre ellos son las “caras” del poliedro.
La genialidad de Euler consiste en haber encontrado una fórmula válida para todos los poliedros y que nos permite saber si el poliedro está bien construido. Según Euler, la suma de los vértices (V) y las caras (C) de un poliedro menos sus aristas (A) deberá ser siempre igual a 2. Por ejemplo, un cubo tiene 8 vértices, 6 caras y 12 aristas. Si le aplicamos la fórmula de Euler, V – A + C = 2, veremos que 8 – 12 + 6 = 2.
Elige cualquier otro poliedro y prueba a aplicarle la fórmula. ¡El resultado siempre será 2!
Esta observación de Euler fue uno de los primeros ejemplos de lo que hoy en día denominamos “invariante topológica”: un número o propiedad que comparten una clase de formas similares entre sí; y allanó el camino para el desarrollo de la topología, una rama de las matemáticas esencial para la física moderna y la cartografía 3D.
6. La distribución normal
La distribución normal, también conocida como distribución gaussiana o campana de Gauss, describe el comportamiento de ciertas propiedades o procesos independientes en grandes grupos de cosas o personas. La importancia de esta distribución radica en que aparece constantemente en la naturaleza y en la actitud de las personas, permitiendo modelar numerosos fenómenos naturales, sociales y psicológicos. Su uso es muy frecuente en campos como la física, la biología, la psicología o las ciencias sociales, entre otros.
Por ejemplo, si analizamos la altura de todas las personas de un grupo de muestra veremos que la mayor parte de las personas estarán en torno a una altura media y que a medida que nos alejamos de esa media de altura por arriba o por abajo, el número de personas disminuye, dando lugar al típico gráfico en forma de campana desarrollado por Carl Friedrich Gauss en 1810. Lo mismo sucederá si analizamos su cociente intelectual.
Esta distribución es también una herramienta fundamental en los laboratorios, para ver el porcentaje de efectividad que tiene un fármaco en los ensayos clínicos.
7. Las ecuaciones de Maxwell
Son cuatro ecuaciones diferenciales que describen el comportamiento de la electricidad (E) y el magnetismo (H) y cómo se relacionan entre sí. Estas ecuaciones, publicadas por James Clerk Maxwell en 1865 son la base de la explicación de cómo funciona el electromagnetismo en el día a día.
En la vida cotidiana, podemos explicar con ellas cómo se trasmite la información de la televisión, de Internet y de los teléfonos móviles, cuánto tarda en llegar a la Tierra la luz de las estrellas o cómo funcionan las neuronas.
No obstante, hoy en día se sabe que estas ecuaciones ofrecen solo una aproximación al electromagnetismo que funciona bien en escalas humanas pero que no es exacta, de ahí que la física moderna haya reemplazado las ecuaciones de Maxwell por una explicación mecanocuántica.
8. La 2ª ley de la termodinámica
Según esta ley, enunciada por Boltzmann en 1874, en un sistema cerrado, la entropía (S) es siempre constante o creciente. ¿Pero qué es la entropía termodinámica? En términos generales, la entropía determina la cantidad de desorden que hay en un sistema. Por ejemplo, un sistema que parte de un estado irregular y ordenado -como una región caliente al lado de una región fría- siempre tenderá a igualarse, fluyendo el calor desde la zona caliente a la zona fría, hasta alcanzar una distribución uniforme.
A diferencia de la mayoría de los procesos físicos, que suelen ser reversibles, la segunda ley de la termodinámica es irreversible, sólo funciona en esta dirección y depende del tiempo. Así, si preparamos un café con hielo, siempre se derretirán los cubitos de hielo y nunca se congelará el café.
9. La teoría de la relatividad
Albert Einstein cambió el curso de la física al enunciar sus teorías de la relatividad general y especial a principios del siglo XX. La famosa ecuación E = mc2 implica que masa y energía son equivalentes entre sí.
La relatividad especial, publicada en 1905, nos enseñó que la velocidad de la luz es un límite de velocidad universal y que el paso del tiempo es diferente para las personas que se mueven a diferentes velocidades. Mientras que la teoría general de la relatividad o relatividad general, publicada en 1915, es una nueva teoría de la gravitación que reemplazó a la Ley de Newton y que describe la gravedad como una curvatura y plegamiento del espacio y el tiempo sobre sí mismos. La relatividad general es esencial para entender los orígenes, la estructura y el destino final del universo.
10. La ecuación de Schrödinger
Esta ecuación, publicada por el físico austríaco Erwin Schrödinger en 1927, rige el comportamiento de los átomos y las partículas subatómicas y es la base de la mecánica cuántica. Es una de las teorías científicas con más éxito de la historia, junto con la teoría general de la relatividad, dado que todas las observaciones experimentales realizadas hasta la fecha coinciden a la perfección con sus predicciones. En la vida diaria, la mecánica cuántica está presente en las tecnologías más modernas, como la energía nuclear, los ordenadores basados en semiconductores o los láseres.
11. Teoría de la información
Se trata de la ecuación de la entropía de la información, publicada por Shannon en 1949. Al igual que la entropía termodinámica, esta es una medida de desorden, pero aplicada, en este caso, a la información contenida en un mensaje, ya sea un libro, una imagen o cualquier otra cosa que se pueda representar de forma simbólica. Se aplica en diferentes ámbitos de la información, entre ellos, la compresión de datos. Al comprimir un mensaje puede darse el caso de que haya alguna pérdida de contenido y a mayor compresión, más probabilidades hay de que se produzcan pérdidas. En este sentido, la entropía de Shannon indica el límite de compresión de un mensaje, es decir, en qué medida podemos comprimirlo sin perder parte de su contenido. Esta teoría marcó el inicio del estudio matemático de la información y sus resultados son fundamentales hoy en día para la comunicación a través de redes.
12. La teoría del caos
Seguro que has oído hablar alguna vez de que una mariposa que bate sus alas en un continente puede provocar un huracán en otro continente. Pues eso es, básicamente la teoría del caos, la idea de que un pequeño suceso o cambio en las condiciones iniciales pueda originar una reacción en cadena que de lugar a un resultado completamente diferente.
El matemático y biólogo australiano Robert May desarrolló su ecuación en 1976 mientras estudiaba la evolución de las poblaciones de animales. La ecuación describe un proceso que evoluciona con el paso del tiempo, donde xt sería la cantidad del factor estudiado x (en el caso de May, el número de hijos de cada individuo de la población) en el momento actual t, K es una constante elegida y xt+1 sería la evolución del valor x con el paso del tiempo. Para ciertos valores de K, el mapa logístico de May muestra un comportamiento caótico. Según esta teoría, si empezamos en un valor inicial concreto de x, el proceso va a evolucionar de una manera, pero si partimos de otro valor inicial diferente, aunque este sea extremadamente próximo al primer valor, el proceso evolucionará de una manera completamente diferente.
Este comportamiento caótico tan sensible a las condiciones iniciales está presente en numerosos aspectos de nuestra vida cotidiana. Un ejemplo bastante claro es el del tiempo meteorológico, en donde un pequeño cambio en las condiciones atmosféricas de un día puede conducir a sistemas meteorológicos completamente diferentes pocos días después. Hoy en día, es especialmente frecuente su uso en el campo de la economía, la medicina y la meteorología.
¿Te has sentido estrenado, cansado, enfadado… alguna vez? Seguro que si.
Este tipo de sensaciones no son agradables y hace que nuestro cuerpo se sienta mal y tome decisiones equivocada. Esto puede pasarle tanto a los niños como a los adultos.
Un niño puede sentirse igual o más estrenado o furioso que un adulto, por que recuerda que los sentimiento no tienen edad.
Es por todo esto que a continuación os daremos los 11 mejores consejos para hacer desaparecer estos malo sentimiento y así puedas disfrutar de la vida.
1. Correr, saltar… jugar
Cuando te sientas enfadado, o estés asustado o preocupado tu cuerpo puede producir una hormona llamada Cortisol, esto origina la enegía nerviosa, asustada y puede provocar incluso pánico, todas esas sensaciones se acumulan dentro de nuestro cuerpo.
Si te sientes mal durante mucho tiempo estos sentimientos pueden provocar dolores de cabeza, dolores de estómago o problemas para dormir. ¿Las buenas noticias? ¡Jugar ayuda! Correr, practicar algún deporte, andar… Todo eso ayuda a bajar el estrés y que desaparezca el malestar.
2. Pensamientos positivos
Sólo con pensar algo agradable puede ayudarte a lidiar con el estrés. Cuando tu estas en calma tu corazón se realentiza y reacciona mejor ante una situación desagradable o molesta.
Esto se puede hacer incluso cuando te sientes bien, piensa en algo que te guste, que te relaje.
¡Crea tu propia película de la felicidad!
3. Música maestro
La música puede ayudarte también a relajarte y a alejarte de esa situación de estrés.
Prueba a tocar el tambor, al golpear algo con fuerza puede que liberes el estres rápidamente. ¿Si no tienes tambor? ¡Fabricado tú mismo! Coge una olla o una papelera busca cucharas y prepárate para ser el mejor músico.
4. Expira e inspira varias veces
¿Has visto alguna vez a alguien sentado como los indios y diciendo “omm”? Pues bien, a eso se llama meditar y ayuda mucho a relajarse y a encontrarse con uno mismo.
Pero en una situación de estrés no es necesario que te sientes y sigas los mismo pasos que se deben seguir para meditar, sólo siéntate y toma aire.
Toma aire y expulsado varias veces, un consejo para sentirte mejor es decir una palabra feliz cuando estas exhalando.
5. Preparate para reír
Los científicos han demostrado que la risa puede reducir el estrés o incluso ayudar a evitar que se enfermen. Así que busca un motivo por el que reír y... ¡ríete!, aunque no tengas ganas, ríe, vamos, será divertido.
6. Hablar, hablar y hablar
Habla con un amigo, un familiar, incluso habla con tu mascota. Hablar sobre tus preocupaciones puede hacer que están parezcan más pequeñas.
Cuéntalo, libérate de la carga, quizá alguien ha pasado por lo mismo o por algo parecido y pueda ayudarte.
7. Canta, baila… sonríe
Cuando te sientas triste, estresado o incluso aburrido ponte a bailar. Reproduce tu canción favorita y prepárate para ser el mejor bailarín y cantante de la historia. Ríe, salta, grita… diviértete.
Todo esto lo puedes hacer solo o con compañía.
8. Huele cosas agradables
Olores como la lavanda, el romero o el sándalo no sólo huelen bien, sino que también pueden disminuir las hormonas del estrés.
Así que ya sabes, haz una escapada al campo o a un herbolario y preparate para oler.
9. Stop videojuegos
Los videojuegos son divertidos pero no ayudan a relajarse, es por eso que no debes de pasar más de dos horas al día frente a un videojuego.
Busca algo que te guste hacer, pinta, lee, juega con los Legos o haz fotografías. Este tipo de actividades ayudan a su mente a relajarse, lo que ayuda a que su cuerpo se sienta mejor también.
10. Sal a la calle
Los científicos han demostrado que el estar fuera es bueno para sus emociones, así que sal a la calle. Camina solo o acompañado, observa la naturaleza, recoge hojas, salta piedras en un estanque o simplemente tumbarte a descansar observando las nubes.
11. Ponte a pensar
Piensa todas las cosas que te salieron bien.
Cuando te sientes estresado es aconsejable tomarse un tiempo para estar solo. Busca un momento en el día y siéntate a pensar, sin música, ni televisión, nada. Sólo tu y tus pensamientos.
Piensa sólo en las cosas buenas que has hecho en el día.
Espero que hayas tomado nota y que lo pongas en práctica.
¡Recuerda! Lo más importante de la vida es vivirla, así que... divertirte, sonríe, salta, canta… Saca al niño que llevas dentro.
Con la aparición de las nuevas tecnologías, parece que ha aparecido otra forma de escribir.
Una forma de escribir en la que faltan mayúsculas, tildes, y por faltar, faltan hasta letras ("tb" en vez de "también"; "bs" por "besos"; "Salu2" por "saludos")
Pero aunque nos las pasemos por el moño, las reglas de gramática y ortografía existen y son las mismas siempre o casi siempre (la RAE manda).
Además, éstas son más importantes de lo que piensas a la hora de establecer una correcta comunicación escrita, sobre todo porque los errores de ortografía pueden cambiar el sentido y el significado del mensaje que se desea transmitir.
Hay 8 reglas de oro que JAMÁS debes olvidar para hacer un correcto uso de la lengua escrita de Cervantes.
1. Obligatorio el uso de la "M" antes de la "P" o la "B".
Nunca se pone "N" antes de la "B" o la "P", se debe poner "M". Ejemplo: embaucar, empezar, impresionar, ambiguo...
2. La "N" se utiliza antes de la "V"
Como norma general, siempre se ha de utilizar "N" antes de "V". Ejemplo: envase, invadir, envenenar...
3. El uso de la "Z"
Nunca se ha de poner "Z" delante de "E" e "I".
4. Las estaciones, los meses del año y los días de la semana siempre son en minúscula.
A no ser que sea el inicio de una oración, siempre van en minúscula.
5. El uso de la "B"
Bra, bre, bri, bro y bru siempre se escribe con "B".
Como regla general, se escribe con "B" si le sigue cualquier consonante. Ejemplo: brillante, bravo, absorto, obsesión... 6. ¿Cuando usar "G" y "J"?
Como regla general, se escribe "G" delante de "E" e "I"; y se escribe "J" delante de "A", "O", "U".
Pero existen excepciones.
Se escriben con "J" las palabras que terminan en -aje, -eje. Ejemplo: mensaje, masaje, hereje...
También llevan "J" las formas de los verbos que no tienen "G" ni "J" en el infinitivo, por ejemplo: de decir, dije, dijeron; de traer, trajimos, trajeron
Se escriben con "G" todos aquellos verbos que acaben en -ger -gir, excepto tejer y crujir.
7. El uso de la doble "rr"
Solamente se escribe con doble "R" si es un sonido fuerte y va entre dos vocales, nunca al comienzo de una palabra. Ejemplo: erradicar, horror, arraigado...
8. Las tildes
Las palabras agudas siempre llevan tilde cuando terminan en A, E, I, O, U, "N" o "S"; por ejemplo: aquí, camión, revés, está...
Las palabras graves llevan tilde cuando no terminan en A, E, I, O U, "N" o "S"; por ejemplo: ángel, árbol, cárcel... Si termina en "S" precedida de consonante sí lleva tilde, por ejemplo: cómics, bíceps...
Las palabras esdrújulas y sobresdrújulas siempre llevan tilde.
Las palabras monosilábicas no llevan tilde, salvo algunas excepciones, y los pronombres interrogativos siempre llevan tilde (qué, cómo, cuándo, dónde, quiénes, cuáles, cuánto).
La tilde de los monosílabos se llama tilde diacrítica, y sirve para diferenciar palabras que se escriben de la misma forma pero tienen diferentes significados. Ejemplo: "tu" (adjetivo posesivo) y "Tú" (pronombre personal)
La mejor forma de aprender a escribir es leyendo. Así que amigos míos, lean y llénense de palabras bellas y correctamente escritas.
Estudiando para un exámenes, exposición...? Ocupar días, tardes enteras para repetirte una y mil veces el mismo contenido con el fin de memorizarlo?
Lo estas haciendo mal, muy muy mal.
El arte de estudiar correctamente puede ser una tarea difícil. Dos profesores - Henry Roediger y Mark McDaniel en la universidad de Wahington - y su autor Peter Brown consideraron que el mejor conocimiento del estudio es aquel que esta basado en artículos científicos, todos ellos reunidos en un nuevo libro Make it Stick: The science of successful learning.
Roediger aconseja seguir estas 5 pautas para un aprendizaje exitoso.
Lee detenidamente y toma nota. Te será muy útil.
Sencillos pasos para mejorar tu estudio
1. Tomar apuntes. Escribe a mano todo lo que diga en clase el profesor. Aunque suene pesado, es la mejor solución para reducir las horas de estudio, ya que, mientras se esta tomando notas, el alumno esta mucho más atento de la información que recibe e intenta sintetizar esta información para poder escribir todo.
2. No estudiar - ¡Practica!. Deja de repetirte una y mil veces la misma página. Busca "trucos" para memorizar, haz esquemas en tu cabeza, búscale el sentido, no quieras memorizarlo sin saber. Investiga, aprende, enriquécete.
3. Duerme. Si realmente quieres mantener una información a largo plazo, el mejor plan es dormir. Tu cerebro necesita tiempo para ponerse al día y procesar todo lo que has metido en él, y es mientras dormimos cuando esto sucede.
4. Organizar el estudio. Alguna vez puede darse el caso de que tengas dos o tres (o incluso más) exámenes en la misma semana, y poco tiempo para estudiar. Para estudiar todas las asignaturas es recomendable ir alternando unas con otras. Debes recordar que al cerebro le resulta mucho más difícil recordar conceptos parecidos si los estudiamos todos a la vez, intenta espaciar los contenidos similares.
5. Examínate. Haz pruebas para ver como llevas el estudio, estas pruebas te servirán mucho para saber que tienes que reforzar y que contenidos no. Además, con esta técnica repasarás también todos los contenidos.
Mientras estamos en exámenes siempre soñamos con lo que haremos cuando los acabemos, donde iremos, a quien conoceremos... pero cuando llega la hora de la verdad, cuando acabamos los exámenes, muchas veces no sabemos que hacer, nos aburrimos y sólo vemos las horas pasar...
A continuación os daremos las 6 mejores alternativas para disfrutar de tus vacaciones, dejando atrás el estrés de los exámenes y el aburrimiento.
1. Antes de todo, recoge, se que esto no suena nada divertido, pero es el primer paso para empezar a disfrutar. Recoge, archiva y guarda todos los apuntes, libros, carpetas... que has utilizado para estudiar. Despeja tu habitación, así te olvidarás por completo del estudio.
2. Apuntante a clases de baile o baila en casa. No importa que bailes bien, mal o regular, lo importante es que disfrutes y que desconectes, en definitiva, que te rías.
3. Camina solo o acompañado, pero camina. Anda por zonas verdes donde respirar te sea más fácil, y puedas desconectar mejor de tu época de estudios. Siéntete libre.
4. Cocina. Métete en la cocina, busca recetas que te gusten y... manos a la obra. No pasa nada si no sabes cocinar, el objetivo es que pases un buen rato.
5. Relájate, no hagas nada. Túmbate en el jardín o en tu cama, hincha la barriga y deshinchala poco a poco, deja volar tu imaginación.
6. Haz un viaje con tus amigos o familia, pasa ratos agradables cuentales tus cosas y deja que te cuenten. Descubre nuevos lugares.
Lo más importante es que disfrutes de tus vacaciones, te lo mereces.
Autora de este post
Hola, soy Natalia Sanz la autora de este post. Si quieres saber algunas cosas más sobre mi click aquí
Muchas veces cuando nos ponemos a estudiar no sabemos muy bien como hacerlo, desconocemos que tenemos que subrayar, o si debemos haceresquemas.
Muchas dudas vienen a nosotros a la hora de memorizar y todas ellas, junto con el estrés del estudio, hacen que perdamos el tiempo en lugar de aprovecharlo.
Para evitar estas situaciones a continuación os daremos las 7 mejores pautas para optimizar tu estudio garantizando el éxito en tus calificaciones.
7 sencillos consejos para aprobar un examen
1. Organizar el estudio. Antes de empezar a estudiar es fundamental estructurarlo, saber cuánto tenemos que estudiar, cuántos días tenemos antes del examen... en este apartado debemos ser realista, no te pongas unas metas que sean imposibles de alcanzar; eso te desmotivará para seguir estudiando.
2. Subrayar. El subrayado es la técnica fundamental para asegurar un buen estudio. Es recomendable ir subrayando por temas o pequeños apartados. Es inútil subrayar todos los temas a la vez, porque esto no ayudará a la memorización de contenidos, y puede llegar a ser perjudicial ya que es probable que acabes mezclando conceptos.
3. Papel y lápiz. Es aconsejable tener siempre papel y lápiz durante el estudio para hacer esquemas, dibujos que faciliten tu aprendizaje, apuntar las palabras que nos cuesta memorizar... A la hora de repasar bastará con ver esta hoja para recordar los contenidos.
4. Descanso. Se debe hacer un descanso de 10 o 15 minutos cada hora u hora y media, de este modo, optimizaremos el estudio. El tiempo de relajación es fundamental para garantizar una buena memorización, ya que el cerebro, al igual que nosotros, también necesita un descanso.
No debemos abusar del tiempo de descanso, es por eso que recomendamos no utilizar las redes sociales ya que puede hacer que alarguemos nuestro descanso más de lo recomendado.
5. Beber agua. Es importante beber agua durante el estudio para mantener hidratado nuestro cuerpo y cerebro. Ten siempre una botella de agua o zumo natural mientras estudias.
6. Repaso. Es muy importante repasar el tema una vez estudiado, este repaso nos servirá para verificar que realmente nos sabemos los contenidos. Es aconsejable hacer un repaso rápido de todos los temas que nos sabemos para no olvidarlos.
7. Sin distracciones. Es fundamental estudiar en una lugar libre de distracciones para que las horas de estudio sean más efectivas y así garantizar el éxito.
Siempre que tenemos un examen nos ponemos tensos y nerviosos, es normal, vamos a ser examinados y puntuados. Pero esta actitud no nos beneficia. Cuando estamos nerviosos no pensamos con claridad y esto nos impide demostrar todo lo que sabemos.
Muchas cosas de las que hacemos antes de un examen no nos ayudan a que nuestro cuerpo salga de ese estado de nerviosismo, sino todo lo contrario, lo fomenta.
A continuación mencionaremos los 7 mejores consejos para que apruebes tus exámenes sin nervioso.
7 cosas que no debes hacer antes de un examen.
1. Acostarte tarde. No es nada beneficioso que el día de antes de un examen te tomes dos cafés y te pasases la noche en vela estudiando. Acuéstate pronto y vete descansado al examen, eso es fundamental para que salga bien.
2. No comer antes de un examen. Muchas veces por los nervios se te cierra el estomago y no comes nada antes del examen, ¡esto es un gran error! Tu cerebro necesita funcionar a la perfección y para ello debe estar bien alimentado. Es aconsejable comer alimentos que tengan proteínas, carbohidratos completos y grasas saludables.
3. Levantarse antes para repasar. No es aconsejable repasar antes de un examen ya que los nervios nos harán pensar que no sabemos nada, y eso aumentará nuestro nerviosismo y las posibilidades de que nos salga mal.
Duerme, descansa, eso será mucho mejor para el éxito de tu examen.
4. Ropa incómoda. La ropa también es un factor muy importante a tener en cuenta, no te pongas ropa incómoda, la comodidad es primordial.
5. Tomar bebidas energéticas. Antes de un examen no debes tomar bebidas energéticas o con cafeína, eso aumentará tu nerviosismo y no te beneficiará. Bebeagua o zumos naturales.
6. Hablar del temario con tus compañeros antes del examen. Al igual que levantarte pronto para estudiar, esto no es beneficioso. Puedes llegar a creer que no te sabes nada, pero no es así, si has estudiado te lo sabes, no necesitas más repaso.
7. Nerviosismo. Suena difícil pero... tranquilízate. No hay nada mejor que ir tranquilo y seguro a un examen. Coge aire y sueltalo unas cuantas veces antes de entrar, no pienses en la importancia del examen. Todo va a ir bien.
¿Qué otras cosas haces tu antes de un examen? Cuentanoslo a través de comentarios
A la hora de estudiar, muchas veces, no sabemos organizar la información de forma esquemática, es por eso, que acabamos copiando todos los datos que aparece en nuestros libros de texto.
Para una buena memorización y para optimizar las horas de estudio, es esencial saber hacer de manera adecuada un esquema.
Si quieres rentabilizar tu tiempo de estudio y aumentar tus conocimientos lee detenidamente estos 6 consejos de cómo realizar un esquema.
6 tips que facilitarán tu aprendizaje.
1. Selección de la información. Esta selección se tiene que hacer a través del subrayado. Con esta técnica seleccionamos la información más relevante y, más tarde, la utilizaremos para hacer nuestros esquema.
También es muy útil el aprendizaje a través del subrayado.
2. Crear un título. Este punto, aunque parezca irrelevante, es muy importante a la hora de realizar un esquema. El título se tiene que realizar a través de la selección de ideas claves o frases muy cortas, que deben englobar la información que va a ser tratada en el esquema.
3. Identificación de la información. Debemos identificar los apartados más importantes del tema para, de esta manera, seleccionar las palabras claves que debemos de utilizar.
4. Resume del contenido. Cuando nos dispongamos a resumir el contenido y a darle forma dentro de nuestro esquema, es importante utilizar nuestro propio vocabulario, palabras conocidas, abreviaturas... todo aquello que facilite la comprensión y la posterior memorización.
5. Unión de las ideas. Empieza a entrelazar las ideas de manera clara, concisa e intentando que sea muy visual. Para que percibamos la información de manera rápida.
Existen muchas maneras de unir las ideas, puede ser a través de un sistema numérico, de claves o de flechas.
6. Elección de colores. Para diferencias los temas es aconsejable utilizar colores y subrayar cada uno de ellos. Esto nos puede ayudar a identificar mejor lo que buscamos.
No es recomendable utilizar más de dos o tres colores.