lunes, 29 de octubre de 2007

Cómo subrayar


El subrayado de textos es una excelente fórmula para aprender y sacar mucho partido a la lectura. Dentro de las técnicas de estudio, todos los estudiantes tienen que saber que el subrayado es una pieza clave a la hora de ponerse a estudiar.

En el anterior post "Leer y aprender recordábamos dos cosas: una, la necesidad de dar un vistazo general al texto antes de subrayar. Dos, las razones por las que el subrayado nos ayuda a aprender y memorizar mejor los textos. Si esto está claro, demos un paso más....

Cómo subrayar textos: las preguntas


Deciamos que en el subrayado debíamos destacar las palabras claves y las frases más importantes. Pero ¿cómo las identificamos?

La lectura general antes del subrayado nos habrá dado una visión general muy útil, pero hay además algunas preguntas que podemos hacernos en cada apartado, incluso párrafo, dependiendo de la temática de la lectura en cuestión:
  • ¿Qué?, ¿Dónde?, ¿Quién?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Por qué?, ¿Para qué?, ¿De qué se compone?, ¿En qué se diferencia? ¿Cuántos?...
Si nuestro subrayado puede responder a estas preguntas estaremos dando un gran paso. Incluso es interesante anotar estas palabras-preguntas en los márgenes del texto. El repaso y la comprensión del texto será mucho más fácil.

El subrayado


Algunos estudiantes practican con éxito el doble, incluso el triple subrayado.

Uno. Tras la primera lectura general se hace otra lectura con un primer subrayado que también tiene un caracter exploratorio, pero que permite una mayor y mejor comprensión del contenido del estudio. Se hace con lapiz levemente, marcando áreas de interés (también sirven subrayados al margen, cruces, etc).

Dos. A través de una segunda lectura, algunos estudiantes llevan a cabo el segundo subrayado. Con lapiz de otro color más intenso vuelven a subrayar el texto esta vez dejando bien marcadas las palabras claves e ideas claves.

Tres. Los hay que todavía hacen una lectura complementaria en la que subrayan elementos complementarios que le permiten mejorar sus calificaciones de cara al exámen. Esto es, un tercer subrayado.

No te apures si tus libros y apuntes quedan "muy subrayados" será una buena señal:
  • Dobles subrayados (ideas fundamentales)
  • Anotaciones al margen con:
    • explicaciones con tus propias palabras de párrafos poco comprensibles,
    • significado de determinadas palabras que has buscado en el diccionario,
    • cuestiones que ha resaltado el profesor en clase,
    • las preguntas: qué, cómo, cuándo, quién, por qué, en qué se diferencia...
    • cruces y otras señales etc. etc
Todo esto le dará un excelente valor añadido a tus lecturas (libros apuntes y otros materiales), te facilitará la compresión y la memorización de los textos de cara a los exámenes.

Seguir leyendo sobre cómo subrayar:

viernes, 26 de octubre de 2007

Leer y aprender

Leer y aprender: los dos trucos más importantes. Hace poco hablábamos de aprender a leer bien. Es interesante leer las recomendaciones que hemos hecho sobre este tema.

Aquí vamos a hablar de dos trucos muy importantes cuando se trata de empezar a leer para aprender.
Los dos trucos son el Vistazo general y el subrayado. Son fundamentales si quieres aprender bien la materia que es objeto de estudio.

La lectura inicial

Será un vistazo general rápido a la materia que tenemos que aprender. Se trata de explorar el texto. El objetivo es tener una idea general del contenido del texto a través de un rápido vistazo inicial. Si sabemos de que va el tema nos servirá de una gran ayuda en el siguiente paso

¿En qué debemos fijarnos durante el vistazo o lectura inicial?
  1. Leer bien el título y subtítulos.
  2. Las palabras que destacan: definiciones, negrillas...
  3. Figuras y esquemas de comprensión del tema.
Subrayar el texto

El segundo truco es el subrayado del texto. Para subrayar bien un texto hay que destacar las palabras e ideas claves y las frases más importantes. Conviene marcar sólo lo que realmente veamos que es importante.

Si en una primera lecturaa hemos marcado en exceso el texto, una solución consiste en utilizar otro lapiz de otros color más intenso y subrayar aquellas ideas, conceptos y frases que finalmente destaquemos como realmente importantes.

Leer y aprender con el subrayado de textos

Por qué subrayar nos ayuda a aprender:
  • Identificamos la estructura y organización de un texto; se destaca lo principal de lo secundario, lo que nos facilita su comprensión y fijación memorística.
  • Nos ayuda a fijar mejor nuestra atención al ser un estudio activo. La mente está más despierta si la mano está más activa... Podemos evitar más fácilmente la dispersión mental y las distracciones.
  • Nos permite centrar nuestra atención para captar lo esencial de cada párrafo, epígrafe, subpígrafe..
  • Subrayar nos permite repasar mucho más rápidamente.
  • Nos facilita confeccionar esquemas y resúmenes.
  • Favorece acciones como:
    • La asimilación y comprensión de las ideas.
    • Capacidad de análisis y síntesis.
    • El sentido crítico de la lectura.
El siguiente paso: CÓMO SUBRAYAR

Temas relacionados con leer y aprender:

sábado, 6 de octubre de 2007

Razones para ser un buen estudiante

101 razones para ser un buen estudiante

Sacadas de una tormenta de ideas entre buenos y malos estudiantes, expertos, padres de familia, libros... ¡Gracias a todos!


  1. Demostrarle a mi chica que aparte de gracioso y guapo soy más listo de lo que parezco.
  2. Callar a mi padre y dejar contenta a mi madre.
  3. Ganaré más pasta cuando sea mayor (dicen).
  4. Podré elegir en la universidad (cinco años estudiando) los estudios que más me gustan y no los que menos le gustan a los demás.
  5. Obtener una beca y otras ayudas para poder pagarme mis estudios por mi mismo.
  6. Dejar en evidencia a los profesores que no confiaron en mi (y agradecérselo a los que si lo hicieron).
  7. No tener que repetir curso. Es un mal rollo. Dejar a tus amigos, tu clase...
  8. Tener más tiempo libre durante los veranos (diversión, aprender inglés, hacer deporte...).
  9. Trabajar en el futuro en los puestos más interesantes. Conocer a gente interesante cuando sea mayor. Generalmente la gente más interesante está bien formada y en puestos muy cualificados.
  10. No estar preocupado por los suspensos.
  11. Ir más tranquilo a los exámenes.
  12. Mejorar mis relaciones con mis profesores en general, mi tutor /tutora, etc.
  13. Tener más tiempo para mi hobby favorito (PSP, Play Station, juegos de ordenador, iPop, salir con mis amigos, escuchar música, etc.).
  14. Hacer feliz a mi abuela y ahorrarle su sermón semanal.
  15. Conseguir que mi padre se vuelva loco de alegría y me compre una moto.
  16. Saber más.
  17. Triunfar en la vida. El que estudia y saca buenas notas tiene más oportunidades de todo tipo (sueldos, puestos de trabajo interesantes, viajes, buenos hoteles...). El que sabe más tiene más recursos de hacer frente a situaciones difíciles, superarlas y triunfar.
  18. Que mis enemigos/enemigas se mueran de envidia.
  19. Cuando sea mayor poder comprarme un deportivo, una mansión y una moto de alta cilindrada.
  20. Conseguir que las clases no sean un martirio y un rollo; empezar a ver las clases más divertidas y con otra mentalidad.
  21. Seguir los pasos de gente interesante e importante que han sabido superar sus problemas y adversidades y no se han rendido, han luchado hasta lograr objetivos y metas muy ambiciosos.
  22. Mejorar y potenciar mi inteligencia. Estudiar es como un entrenamiento para el cerebro.
  23. Poder ayudar a los demás, especialmente a Laura, a la que no le entran las matemáticas.
  24. Poder ayudar a los demás ejerciendo una profesión (médico, enfermero, ingeniero, arquitecto, etc.).
  25. Ayudar a solucionar grandes problemas de la humanidad: el hambre, la pobreza, el cambio climático.
  26. Ser una persona importante en la vida.
  27. Impresionar a mi vecina, por más que le digo tonterías no me hace caso. Esta forrada y dice que le gustan los tios inteligentes.
  28. Poder irme de vacaciones a sitios de ensueño y sin tener que estudiar, relajada y a divertirme a tope.
  29. Divertirme mejor incluso en casa. Si he sacado buenas notas me divierto mejor, incluso cuando simplemente veo la TV, sin problemas de conciencia, sin malas caras, etc...
  30. Ser de mayor como el médico de House.
  31. Que mi padre me compre un capricho que no nos podemos permitir o de los que se suele negar en redondo (un perro, un caballo, una mascota).
  32. No tener que quedarme en el paro o con problemas económicos cuando sea mayor.
  33. Que mis padres tengan confianza en mi.
  34. Que me dejen salir por las noches hasta la hora que yo quiera.
  35. Que me incrementen la paga mensual para poder hacer cosas interesantes con mis amigos.
  36. Que mis amigos confien en mi para cosas importantes de verdad.
  37. Ser más feliz, disfrutar mejor de cada momento. Aprobar es liberarte para poder hacer otras cosas mucho más tranquilo.
  38. No parecer tonto a los ojos de los demás.
  39. Ganarme el respeto de mis profesores y del Director de mi Colegio o Instituto.
  40. Que me dejen ir un año a los Estados Unidos o a Canadá.
  41. Poder tener conversaciones inteligentes con mis amigos, mis padres, mis hermanos, con nuevos conocidos que me puedan enseñar cosas nuevas y realmente interesantes.
  42. Sacarme el carnet de conducir y que mi padre me compre el coche al llegar a los 18 años.
  43. Conocer y salir con las tias/tios más buenas/buenos en la universidad.
  44. Saber controlar y aprovechar el tiempo de forma equilibrada: tiempo para estudiar, disfrutar, divertirme...
  45. Compartir una alegría enorme con mi familia cada vez que me dan las notas y sentirme como un rey. No sufrir trayendo a casa suspensos y todo lo que se avecina después: castigos, reproches, descalificaciones...
  46. Que mi tia Enriqueta deje de decirle a mi padre que mi primo Luisito es un crack, mientras me mira un tanto despectivamente.
  47. Ganar una apuesta que he hecho con mi chica. Me ha prometido que si...
  48. Poner en mi fotolog los cinco sobresalientes que saqué en pasado mes de junio y chinchar a la macarra de Marta que me dijo que era la más tonta y pija de mi clase.
  49. Hacer un blog como este contando las cosas interesantes que aprendo y haciendo amigos de todo el mundo.
  50. Ayudarle a mi padre en su oficina durante los veranos. Se lo merece. Está currando en solitario y tomando digustos todo el año.
  51. Sacar pecho y respirar hondamente. Parece una tontería, pero es una cosa que se hace mucho mejor si apruebas y te puedes ir tranquilamente todo un verano de vacaciones.
  52. No tener que llevarte los deberes al tiempo libre de breik (recreo) del colegio.
  53. Guardar los libros en junio cuando finaliza el curso. Es un gustazo.
  54. Reírte de los seriales de TV en los que aparecen estudiantes cuyos papeles los han escrito guionistas que fueron pésimos estudiantes.
  55. Poder decirle a mi padre: no te preocupes por mi, además creo que pronto podré ayudar yo también a mis hermanos y al resto de la familia.
  56. Poner mis magníficos apuntes de matemáticas, lengua, etc en estudiantes.info y observar cómo gracias a mi más de uno puede salvar un exámen o hacerse una chuleta de urgencia.
  57. Ahorrar dinero a mi familia en profesores particulares, academias de refuerzo, clases de verano, etc. etc.
  58. Poner la música de mi habitación a millones de decibelios para que mis vecinos se enteren de que he aprobado todo el curso.
  59. Mejorar mi persona en muchos aspectos.
  60. Mejorar mis capacidades de trabajo (leer más rápido, memorizar mejor, responder mejor en los exámenes...)
  61. Opinar con propiedad en las conversaciones de mayores. Estudiar a fondo ciertos temas te proporciona conocimientos que muchos mayores no saben o no recuerdan.
  62. Leer el periódico cada día y enterarte de verdad de las cosas que pasan, sin que te tomen el pelo.
  63. Tener la seguridad en ti mismo. Saber que puedes hacerlo con tu propio esfuerzo y haces tu trabajo bien.
  64. Vivir la vida intensamente. Estudiar con intensidad y divertirse sin preocupaciones también intensamente.
  65. Dormir cada noche tranquilo, sabiendo que has cumplido con tu deber y sin remordimientos ni reproches familiares.
  66. Saber que con tu fuerza de voluntad alcanzas metas que muchos de tus compañeros se empeñan en que no pueden lograr.
  67. Poder ser admitido en las mejores universidades no sólo de tu país, sino del mundo entero.
  68. Que mi profesor de matemáticas me pregunte una cosa en clase con cara de admiración :).
  69. Tener la mente bien ocupada y evitar algunas tentaciones que no te llevan a ningún sitio en determinados momentos...
  70. Reír y vivir con alegria. Se rie mucho mejor, con muchas más ganas, sin que tu familia te esté riñiendo permanentemente. La risa es muy sana. Las personas que rien viven muchos más años.
  71. Que mis hermanos menores tengan un buen referente en mi y no "el de un bala perdida" que ni se esfuerza y nunca hace nada bien.
  72. Trabajar en Google. Buscan buenos estudiantes y titulados. Google es una pasada. Toda la comida es gratis, tienen masajista en la empresa, etc. etc. Es la mejor empresa del mundo. Todo el mundo quiere trabajar en Google.
  73. Aprender inglés y ligar durante los veranos en Estados Unidos, Inglaterra o Irlanda. Si no hay dinero para ir a esos sitios, ligar con las extranjeras en las playas locales más cercanas.
  74. Descubrir que estudiar es más divertido que la vagancia, aunque la pereza que te da al principio cuando quieres esforzarte es enooorrrme.
  75. Aprender métodos de estudio (técnicas de estudio) que te permiten estudiar mucho menos tiempo que la gente que saca malas notas y dicen que no pegan ni golpe. Encima sacando muy buenas notas, lo que te dará fama de inteligente y no de empollón.
  76. Conseguir que mi madre me deje que: a) me vista como quiera; b) Me ponga los piercings que quiera; c) las mechas que yo quiera; y d) los tatuajes que yo quiera.
  77. Impresionar a la friki de mi prima que es una empollona, está buenísima y pasa de mi.
  78. Conseguir que me respeten los chicos. Aparte de sacar mejores notas que todos ellos, puedo demostrales que razono mejor y mi inteligencia llega muchas yardas más lejos que las de sus pequeños cerebros obsesionados con mis piernas.
  79. Ser responsable y evitar malos caminos y tentaciones fáciles que te destruyen (drogas, alchohol...).
  80. Cuando apruebo y mejoro mi autoestima tengo menos granos, engordo menos y mi físico mejora. Está comprobado que el estrés y las preocupaciones perjudican el físico de una persona.
  81. Intentar conocer tus limites. Es bueno saber que puedes llegar muy lejos; incluso cuando piensas que has llegado a tu límite, todavía puedes caminar más...
  82. Es mejor acostumbrarte desde joven al triunfo que al fracaso. Lo fracasados cuando van haciéndose mayores se convierten en personas tristes, infelices, pesimistas... que arruinan sus vidas y las de la gente que le rodean.
  83. Empezar a ganar dinero pronto, independizarte de tu familia y poder vivir con tu pareja pagando tus gastos (coche, piso, comida...) de tu bolsillo.
  84. Evitar la depresión y el mal ambiente que me rodea. Mi familia, mi casa, mi colegio y mi barrio no es lo mejor que a uno le puede tocar. Estudiar me da esperanzas de mejorar el mundo que me rodea.
  85. Si estudio mi madre no me llama para las tareas domésticas (sacar al perro, poner la mesa, meter los platos sucios en el lavajillas, lavar el coche, subir las bolsas de la compra...) y me mantiene el "sueldo" mensual.
  86. Cuando voy al gimnasio y me encuentro con gente de mi clase ya no soy sólo el musculitos, sino que dejo impresionadas a las pivas por partida doble.
  87. No parecer un mañaco y madurar más. Mi hermano mayor dice que en la universidad sólo llegan los que estudian. Los mayores estudian mucho más por algo será.
  88. Sembrar semillas en tu cabeza que mañana serán árboles frondosos, grandes y con frutos.
  89. Para los creyentes y religiosos, recuerda que: "una hora de estudio es una hora de oración".
  90. Se lo debes a tu mejor amigo o amiga. Ha confiado en ti, te ha ayudado en los exámenes, jugándosela por ti, te ha cubierto las espaldas frente al profesor decenas de veces, ha hecho tus trabajos... Es hora que dejes de ser un vacilón y empieces a ser un buen estudiante. Dentro de unos años serás un desastre y tu mejor amigo ya no te podrá ayudar.
  91. No dejar los estudios. Si repites una y otra vez, tendrás que cambiar de Colegio, te desanimarás, se te hará el camino cada vez más difícil, y si llegas flojo y ranqueante a la Universidad, dejarás los estudios tras muchos años de esfuerzo y sin terminarlos. Mal comienzo de tu mayoría de edad, y por tanto, de tu vida.
  92. Vivir mejor la vida. La vida es muy larga. Si trabajas, pongamos que desde los 22 a los 65 años, habrás dedicado a una determinada profesión 8 horas diarias durante 43 años. Es muy duro trabajar tantos años en puestos aburridos, mal pagados y a la órdenes de jefes que pueden ser déspotas. Hay que reaccionar ahora que todavía se está a tiempo.
  93. Ser positivo. Si eres buen estudiante dejarás de ser tan negativo. Evitarás criticar a tanta gente y meterte con los demás. Te concentrarás en mejorarte a ti mismo y dejarás en paz a los demás. Olvidarás pensamientos negativos. Créeme, te conviene.
  94. Tus padres serán más receptivos para todo lo que pidas. Estarán abiertos a cuando quieras "darte un homenaje" por que pensarán que "el chico se lo merece". Te trae cuenta, por muy bien que se porten tus padres si eres un mal estudiante, todavía se portarán infinitamente mejor si eres uno de los buenos.
  95. Porque con constancia, un poco de esfuerzo y técnicas de estudio darás un vuelco a tus resultados. Puedes ser un buen estudiante si realmente te lo propones. No es tan duro, ni tan imposible como te podría parecer.
  96. Los que te suelen aconsejar que seas un buen estudiante son las personas que más saben y más te quieren, por algo será.
  97. Ya sabes lo que se consigue siendo un mal estudiante. Por probar a ser un buen estudiante no vas a perder nada y puedes ganar mucho.
  98. La humanidad lleva millones de años progresando y avanzando. Únete a la fuerza del progreso y contribuye positivamente al avance de nuestra sociedad, nuestro país, ciudad... No seas un mero espectador de la historia.
  99. No seas cómplice de aquellos que malgastan sus energías, su ingenio, su fuerza, su imaginación, su simpatía, su capacidad de gustar a los demás. Hay que situarse entre las personas que lideran el mundo.
  100. Me conviene, puedo y quiero. Es tonto hacerme tanto de rogar.
  101. Por qué tras 100 razones, de verdad, créeme, quedan pocas razones para seguir siendo un mal estudiante.
Tus razones para ser un buen estudiante

Seguro que algunas de estas razones también son las tuyas. Te sugerimos que imprimas la página y que marques con una cruz aquellas que sean también para ti las razones más convincentes para ser un buen estudiante. Añade otras que no estén aquí y también sean importantes para ti. También puedes dejárnoslas en tus comentarios a este post. Gracias.

Temas relacionados:
Test: ¿Eres buen estudiante?
8 principios clave para organizarte y aprovechar el tiempo al máximo
Estudia menos, estudia mejor. 7 formas de retener más materia en menos tiempo

viernes, 5 de octubre de 2007

Aprender a leer bien

Algunos estudiantes tienen problemas en leer bien y esto tiene un efecto muy negativo en los estudios. Quizás tú estés en alguno de estos casos:
  • Mi velocidad de lectura es muy lenta, me exaspera lo que tardo en leer una sola página.
  • No entiendo los textos. Me desanima no conocer el significado de tantas palabras.
  • Me pierdo muy fácilmente. Hay veces que sigo leyendo, pero he perdido el hilo de la lectura, no sé de que va lo que estoy leyendo en ese momento.
  • Me aburro, no puedo leer, bostezo y me duermo.
Muchos estudiantes, especialmente los considerados malos estudiantes, tienen un serio problema con la lectura: no saben leer, no han aprendido a leer bien. Este deficiencia la llevan arrastrando desde cursos inferiores y llega un momento que pasa factura y provoca suspensos, repetición de curso, y en general, desánimo de los estudiantes cuando se ponen a estudiar.



Aprender a leer bien

Hay técnicas de lectura rápida, pero lo más urgente es mucho más sencillo. Algunas de estas recomendaciones las abordamos anteriormente. Recomendamos:
Aquí vamos a abordar las reglas básicas para leer bien:
  • Realizar una lectura activa. Por supuesto nada de un sofa o cama para leer. Cojamos el libro y subrayémoslo, hagamos anotaciones en los márgenes, etc. Si no podemos, cojamos una libreta y hagamos notas y fichas con lo que nos parece más importante, los conceptos, definiciones y plabras clave que tenemos que memorizar, el esquema explicativo de cada capítulo, etc. etc. La lectura será más lenta, pero lo compensaremos comprendiendo y memorizando mucho mejor, nos aburriremos mucho menos, y dejaremos de perder concentración. Una lectura activa de un capítulo de un libro puede equivaler a más de tres o cuatro lecturas pasivas del mismo capítulo. Por tanto, ir lento cunado haces una lectura activa es ir más rápido a la larga.
  • Comprender la lectura. Hay que esforzarse por comprender lo que se lee. El diccionario, la enciclopedia, búsquedas en Internet, deben ser recursos muy próximos al texto que estamos leyendo. Es importante que no nos dé pereza ir a consultarlos. Si no entienes una frase al incicio de tu lectura, será más difícil comprender el resto. Trata de averiguar el significado de las palabras y conceptos que no tengas claro. No acumules "ignorancias". Si no logras entender algo, anótalo en una libreta y consúltalo, bien en Internet o pidiendo ayuda a tu familia, llamando por teléfono a un compañero, o bien, pregúntalo al profesor nada más llegar a clase si nadie antes ha podido resolverlo.
  • Sé consciente de lo que lees en cada momento. Hay estudiantes que si les preguntaras cómo se llama el capítulo y el epígrafe del libro que están leyendo es ese momento no sabrían qué responder o lo confundirían con otro anterior. Para comprender y memorizar bien una lectura es muy importante retener perfectamente los títulos de los distintos capítulos, epígrafes, subepígrafes, apartados, etc. Para retener y clasificar lo que vamos leyendo el cerebro necesita saber almacenarlo con un cierto orden o lógica. Es la forma de no perdernos entre tanta sopa de letras... Por tanto, toma como una obligación memorizar cada epígrafe y apartado, recuérdalo de vez en cuando mientras que estés leyendo dicho apartado. Será una forma de fijar mentalmente el contenido de un apartado con su título. Créeme es importantísimo.
Leer bien y lectura rápida

No hay que confundir aprender a leer bien con la lectura rápida. Los consejos anteriores son muchos más importantes para los estudiantes que tienen dificultades con el estudio que seguir cursos de lectura rápida.

La lectura rápida se consigue leyendo muchos libros y siguiendo algunas técnicas elementales que propician un deplazamiento de la vista vertical en vez horizontal. El cerebro es mucho más rápido que el desplazamiento del ojo. Por esto, las técnicas de lectura rápida propician la captación de frases encadenadas (absorbiendo su significado y el hilo del argumento) y evitan ir discurriendo lentamente palabra a palabra en cada reglón.

Se cuenta que el Presidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy -y brillante alumno de Harvard-, leía un libro de unas 200 páginas en unos 10 minutos. Kennedy en apenas tres segundos captaba lo fundamental de cada página. Este tipo de lecturas son útiles para políticos y ejecutivos de empresas que deben leerse informes, documentos, memorandos en muy poco tiempo. También para estudiantes de cursos superiores o avanzados. A mi juicio no son recomendables para estudiantes que empiezan a mejorar sus métodos de estudio y están en sus incicios.


Seguir leyendo....
Leer y aprender
20 consejos para hablar bien en público


Temas relacionados con Aprender a leer bien y lectura rápida (estudiantes avanzados)

jueves, 4 de octubre de 2007

Clases divertidas

¿Clases divertidas? Ya sé que te parecerá una tontería. Pero hazme caso. Intenta encontrar el lado bueno de las cosas. Y las cosas malas te empezarán a parecer menos malas, incluso buenas. Recuerda que el pesimista siempre ve la botella medio vacía, el optimista medio llena. Es mejor que tu veas tu botella medio llena. 


Circulo vicioso del mal estudiante 

La mayoría de los malos estudiantes caen en un círculo vicioso. Se aburren en clase por que no entienden nada. No comprenden casi nada porque no prestan atención. Y no atienden a las explicaciones del profesor porque se aburren. Y al no salir de ese círculo vicioso empiezan a ir de mal en peor. Tanto que suspenden asignaturas, repiten cursos, e incluso dejan los estudios antes de llegar a la universidad porque creen que los estudios no son para ellos. Y con ello, pierden las mejores oportunidades para su vida futura. 

Hacer las clases más interesantes y divertidas

Tienes que cambiar tu concepción sobre las clases. Te damos algunas ideas para hacer las clases más interesantes y divertidas:
  • Conforme sepas más de una asignatura, te resultará más interesante.
  • Mira el temario y adelántate al profesor. Estudia un poco el tema que va a explicar el profesor en tu libro. Lo que explique te resultará familiar. Si te organizas un poco es muy fácil ir por delante del profesor.
  • Busca en Internet cosas interesantes sobre los temas que se van a explicar en clase. Completa tus conocimientos. No hagas caso de lo que digan que "te liarás mucho más". Eso es falso. El cerebro no funciona así. Es una malla en la que cuanta más información sobre un tema"tejas", más sólida y fuerte se harán los conocimientos en tu memoria y en tu capacidad de aprender nuevas cosas. Por esta razón a la larga los que "estudian para aprobar" les cuesta mucho más trabajo aprender lo mismo que aquellos que "estudian para sacar sobresaliente".
  • Tómate en serio los trabajos de curso que te mandan. Si los planteas bien, pueden ser divertidos.
  • Intenta ayudar a los que saben menos que tú. Es una forma de hacer interesante y más divertido tu papel en clase. Cuando le expliques cosas a tus compañeros, será como una recitación de un repaso. Estarás aprovechando tu tiempo mucho más que si estuvieras estudiando en casa. Ayudarás a tus compañeros, pero te ayudarás mucho más a ti mismo.
Otras lecturas relacionadas con clases divertidas

miércoles, 3 de octubre de 2007

Las clases

A lo largo del curso vas a pasar muchas horas en clase. ¿Desconectar o atender? Esa es la cuestión. Si eres un mal estudiante sabes bien que eres "un genio" a la hora de desconectar. Cualquier excusa te sirve. Incluso cuando aparentemente parece que atiendes, tu mente discurre desde un juego de la play station a los personajes de una serie de TV, o el vecino / vecina del piso de arriba. Todo menos atender el "rollo" de la clase del profesor o profesora. Las clases y los buenos estudiantes ¿De verdad crees que puedes sacar buenas notas perdiendo tantas horas? Cuenta las horas de clase de un curso. Según mis cuentas salen un total de unas 1.080 horas. Si optas por desconectar serán horas perdidas. Ya hemos hablado sobre perder el tiempo. Sería una pena que no apovecharas al máximo tu tiempo en las clases. Ya sé que estás diciendo.
  • Es un rollo. Es superior a mis fuerzas.
  • Los profesores no son buenos. ¡Son un torro! Son aburridíiiiiiisimos!!!
  • No lo aguanto. Empiezo a atender y cuando llevo cinco minutos mi mente se va fuera de clase. Pienso en lo que sea. Todo por no estar allí.
  • Además no comprendo casi nada de lo que dicen, es imposible atender cuando no entiendes nada.
  • Mi imaginación no me deja atender. Se me escapa mi mente...
Cómo atender y aprovechar las clases Estarás conmigo que 1.080 horas perdidas son muchas horas. Así que merece la pena intentarlo. Despierta: estás entre cuatro muros, no puedes recurrir a la Play, la PSP, el móvil, la iPod ni ver a la vecina o vecino de arriba, ni tumbarte a ver una serie de TV. Aprovecha para tratar de aprender, mejora tu capacidad de prestar atención en clase y habrás resuelto un gran problema. Habrás dado un gran paso para convertirte en un buen estudiante. Trucos que te ayudarán a atender mejor en clase La idea clave e importantísima: adoptar una actitud activa en clase. Toma apuntes, escribe, haz esquemas, levanta la mano, pregunta... Todo menos dejar que tu mente se vaya a otro sitio. Hasta que no adquieras el hábito de atender en clase deberás estar en una actitud activa; hiperactiva, incluso. Es importante que para ello tomes un buen desayuno por las mañanas y, si tienes la edad suficiente, quizás un café, especialmente si sueles ir algo "dormido" a las clases. Trucos para atender bien en las clases
  • Anota todo lo que diga el profesor / aunque te parezca en ese momento una tontería o que no tiene importancia. Conviértete en una esponja.
  • Ponte la meta de coger los apuntes más completos de la clase. Ello te obligará a atender.
  • Escribe, incluso cuando no entiendas lo que escuchas. Cuando llegues a casa, pongas en orden tus apuntes, consulten tu libro, tu guía, lo entenderás más fácilmente.
  • Y si no fuera así, podrás demostrar a tu profesor o profesora que has trabajado y que necesitas ayuda, lo que siempre será beneficioso.
  • A los profesores les encantan los alumos que tienen interés por la asignatura. Recuerda las ventajas de llevarse bien con los profesores.
  • Si la profesora habla rápido, coge palabras claves, haz esquemas... Perfecciona tu técnica de tomar apuntes.
  • Muchas veces en lo que tú consideras tonterias son muy valiosas pistas que el profesor de la asignatura está dando sobre las preguntas del exámen.
Ventajas de prestar atención en clase
  • Tendrás que estudiar muchas horas menos. Tomar buenos apuntes en una clase equivale a bastantes repasos...
  • Comprenderás y memorizarás más rápidamente lo que estudies para aprobar los exámenes.
  • Sabrás lo que el profesor considera más importante de la asignatura y podrás estudiar más inteligentemente, empleando tu tiempo en aquello que es más importante.
  • Al prestar atención en clase las ideas y conocimientos se te quedarán mucho mejor grabados en tu cabeza Será mucho menos probable que te quedes en blanco en un exámen.
  • Sentirás que tienes el control de las asignaturas y del curso... Y en los exámenes dejarás de "ir de culo" (con perdón).
Temas relacionados con las clases

martes, 2 de octubre de 2007

Planes para estudiar

Eres un "anti-planes. Huyes de cualquier compromiso que te indique lo que tienes que hacer en cada momento.

Bueno, pues precisamente eso es una parte de tu problema. Para ser un buen estudiante debes cambiar tus hábitos, y controlar como desarrollas tu esfuerzo y constancia.

No pongas excusas. Te gusten o no te gusten, los planes deben ser para ti la "ley". Tú la escribes y tú tienes que cumplirla diariamente.



Planes semanales y diarios para estudiar

Al principio los planes diarios serán imprescindibles. Recuerda que debes abandonar los viejos hábitos y formar otros distintos que sean compatibles con tus nuevos objetivos de estudio y aprendizaje. Recuerda que un hábito nuevo se forma con la repetición (recomiendo repasar el capítulo de hábitos).

Por tanto, deberás controlar tu esfuerzo y constancia cada día para que a fuerza de repetir los nuevos hábitos llegue un momento que el estudio y la concentración NO TE CUESTEN NINGÚN ESFUERZO.

Planes diarios

Coge una ficha y planifica el día desde que te levantas hasta que te acuestas. Recuerda que te has propuesto no perder tiempo, ¡ni un minuto del valioso tiempo de tu vida!.

Piensa por tanto cómo puedes aprovechar mejor cada segundo del día, tanto para estudiar como para descansar y recuperarte.

Diseña una Planificación diaria detallada, hora por hora, del tipo:

Lunes, 4 de octubre

7,30: Aseo, desayuno...
8,30: Transporte
9,00: Clases
...
...
17,00 Merienda
17,08 Estudio de Matemáticas
18,00:Trabajo lengua
19,00: Repaso verbos inglés
19,15: Paso a limpio apuntes
...
...

Consejos para hacer horarios y planes:
  1. No te importe detallar actividades que debes realizar en cinco o diez minutos. Esto es, divide las horas si es necesario en fragmentos de tiempo más pequeños.
  2. Sé exigente y procura ahorrar tiempo en los tiempos muertos (esperas de autobús, tareas, interrupciones ocasionales, llamadas de teléfono, etc.)
  3. Piensa en cómo organizarte mejor para ahorrar tiempo y hacer las tareas de estudio cuando estás en mejor forma. Por ejemplo, ducharte, dejar las cosas preparadas por la noche cuando estás cansado y así aprovechar mejor el valioso tiempo de las mañanas, etc.
  4. Dedica y dale prioridad a las horas que sean necesarias para el estudio y ponte controles cada media hora sobre tu rendimiento. Recuerda que debes estar el mejor sitio para estudiar.
Controlar y evaluar tu rendimiento en las horas de estudio

Es fundamental como hemos dicho controlar tu esfuerzo y constancia. No bajar la guardia. ¿Cómo controlar tu rendimiento durante las horas de estudio? Dependerá de la materia que estudies. Si son cosas que debes aprender más bien memorísticamente (reglas gramaticales, ciencias naturales, etc.) controla el número de páginas que repasas, memorizas o aprendes. Si son problemas de matemáticas asignale unos minutos a cada problema e intenta ajustarte a ese tiempo en las resoluciones.

Si cumples con los previsto anota en la ficha "OK". Si no cumples anota "No". Obviamente, tu objetivo debe ser sacar en todos tus controles "OK". Si fallas debes analizar porqué.

No te desanimes si al principio no cubres tus objetivos. Sé paciente y constante. Al final te si te sigues esforzando con constancia te ocurrirá lo contrario: acabarás antes de lo que has planificado. Recuerda: no te rindas nunca.

Intenta cumplir a rajatabla el Plan. No hay nada más importante para ti que tu Plan. Debes evitarlo pero, si algún día no cumples con el horario de tu Plan, recúperalo al día siguiente.

Planes semanales

En nuestra sección de planes y horarios de estudio, recogíamos un cuadro que nos servía para planificar el tiempo de una semana entre diferentes actividades básicas (sueño, comidas, clases, estudio, diversión).

Nuestros consejos para planes semanales:
  • Dale prioridad a las horas de estudio que necesites para sacar holgadamente tu curso. No hagas un plan de mínimos. Si luchas por lo sobresalientes y te equivocas, sacarás un notable, o en el peor de los casos un aprobado. Pero si estudias para aprobar quizás te lleves una desagradable sorpresa la final del curso y coseches algún suspenso. No corras riesgos. Merece la pena ser un buen estudiante.
  • Respeta unas horas de sueño fijas (aconsejables ocho, nunca menos de siete). La pérdida de sueño continuada, llegará un momento que te reducirá tu capacidad para estudiar. Sigue un orden en las comidas. No hagas comidas copiosas antes de tu horas de estudio, te entrará sueño y perderás capacidad de esfuerzo y concentración.
  • Stop tentaciones. Sé muy severo a la hora de cortar con las actividades que te retienen y te hacer perder horas de tiempo: TV, ipod, Play Station, PSP, Messenger, Móvil... Cumple tu plan y dedícales un timpo muy limitado hasta que hayas fortalecido tus nuevos hábitos.

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lunes, 1 de octubre de 2007

Constancia y esfuerzo

Déjame que te presente a dos nuevos amigos: constancia y esfuerzo. Son primos hermanos. Al principio no te caerán nada simpáticos. Si les das una oportunidad, conforme los vayas conociéndo mejor, se convertirán en tus mejores aliados y amigos. Te sentirás cómodo, respaldado, seguro de ti mismo y dispuesto a realizar cualquier hazaña que se te ponga por delante y que te apetezca conquistar: estudio, deporte, trabajo...

Desarrollar constancia y capacidad de esfuerzo

Son como un músculo que la práctica y ejercicio continuado los fortalece. Piensa en todos los deportistas de étite que tiene España. Ninguno de ellos habría llegado donde está sin constancia y esfuerzo. Rafa Nadal, Pau Gasol, Messi, Pedrosa, Raúl...

Las personas que triunfan generalmente han aprendido a desarrollar una gran capacidad de esfuerzo y la constancia a la hora de llevarlo a cabo. Algunos de ellos partiendo de condiciones muy adversas, como el caso de Messi (afectado de joven por enfermedades y condiciones muy defavorables para destacar en un deporte como el fútbol).

El esfuerzo

Desengáñate. Nada importante te llegará sin esfuerzo. Millones de personas juegan todos los días a la loteria y otros juegos de azar y mueren sin haber tenido "suerte". Gánate tu suerte, llame o no llame a tu puerta. Reivindícala por derecho propio.

Desarrollar una gran capacidad de esfuerzo es lo que te permitirá continuar a pleno rendimiento mientras que otros tirán la toalla. Podrás plantearte metas y retos que otros sólo se permitirán soñar, renunciando a aspirar por considerarlos inaccesibles.

Desarrollar tu capacidad de esfuerzo en el estudio exige progresividad y constancia. Si quieres desarrollar un músculo para hacer flexiones, sabes bien que de nada te sirve esforzarte mucho un día o dos.. Hay que empezar por pocas y cada día hace una o dos más.. muchos días. Eso es lo que tendrás que hacer para desarrollar tu capacidad de esfuerzo en el estudio. Empieza por poco porque al principio te costará mucho trabajo concentrarte. Cada día añade un poco de tiempo más, hasta alcanzar el tiempo que necesitas para preparar bien tus asignaturas. Al final, lo harás como si nada... "sin esfuerzo". Lo que a otros les costará una barbaridad, tu lo harás muy fácilmente.

Habrás conseguido una cosa muy importante. Tu mente te dirá ante cualquier reto: sí, puedo.

La constancia

Imáginate que la vida es una gran maratón. Al principio algunos saldrán muy deprisa y te dejarán atrás. Tu saldrás relativamente despacio, a un paso y ritmo constante... Al pasar unos pocos kilómetros empezarás a sobrepasar a los "fanfarrones". Ellos sudando y agotados, sin poder seguir tu ritmo. Tú al mismo ritmo y paso que cuando empezaste la carrera, fresco, dispuesto a llegar al final.

Imáginate lo que hace una semilla de una sequoia. Todos los días crece un poco. Al principio le cuesta muchísimo trabajo. Un brote muy tierno debe romper la propia semilla, abrirse paso en la dura tierra, llegar a la superficie... Todos los días crece algo, casi imperceptible... Pero todos los días... Al cabo de años la semilla se ha convertido en un árbol gigante de 112 metros de altura y una docena de metros de diámetro.

La constancia en el estudio es fundamental. No dejes de estudiar. Tómalo con un entrenamiento. Ejercita tu cuerpo y mente cada día. No dejes largos períodos de tiempo sin hacer nada: estarás entrenando tu cuerpo en la vagancia -la gran enemiga del esfuerzo-. Si quieres realmente llegar a ser un campeón en el estudio, entrénate aunque sea una o dos horas sábados, domingo, vacaciones, etc. El día tiene 24 horas; sólo dos horas de estudio al día no te impedirán divertirte, pasarlo bien y hacer un montonazo de cosas que te gustan.

Cómo controlar tu esfuerzo y constancia

Tienes que hacer, al igual que los deportitas, un plan de entrenamiento. Y deberás llevarlo a cabo a rajatabla. En el cumplimiento de tu plan debes ser inflexible. Deberás controlar que cumples cada hora, cada minuto y que lo haces rindiendo bien, sin autoengañarte.

Para controlar tu esfuerzo y constancia debes hacer planes para estudiar diarios y semanales. Planifica tu entrenamiento día a día. No improvises. La mente humana pierde mucha energía si cada día se sume en la incertidumbre de tener que decidir. Acuéstate cada noche sabiendo lo que vas a hacer mañana. Durante el sueño tu cerebro se prepara. Te levantarás mentalizado y dispuesto a cumplir el Plan.

Y por supuesto, aunque no logres al principio tus metas incluso tengas "mala suerte", NO TE RINDAS NUNCA. Recuerda que tu mente ya conoce cómo fracasar. Ahora debes enseñarla a cómo triunfar con un gran músculo de esfuerzo y constancia.

Temas de lectura relacionados con la constancia y esfuerzo

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