jueves, 27 de marzo de 2008

Formas de motivar a los estudiantes

Ya dimos algunos consejos generales para educadores sobre cómo motivar a un alumno. Lo cierto es que del excelente libro Tools for Teaching de Barbara Gross Davis (Jossey-Bass Publishers: San Francisco, 1993), se pueden sacar mil ideas para motivar a los estudiantes. Recomendamos la lectura de Motivating students, un capítulo online (en inglés de su libro Tools for Teaching). Se nos ocurrió contrastar algunas de las ideas contenidas en dicho capítulo con un grupo de estudiantes y de esta experiencia surgió la idea de llegar a 101 maneras de motivar a los estudiantes. De momento ya tenemos las 27 primeras basadas en la citada fuente. Comentarios al final de esta entrada son muy bienvenidos.

Formas motivar a los estudiantes
  1. Satisfacer las necesidades y motivos de los estudiantes. Los estudiantes aprenden mejor cuando tienen incentivos para satisfacer sus propios motivos para para aprender. En este sentido puede ser útil que el profesor intente identificar las necesidades de los estudiantes tanto aquellas de las que estos son conscientes como de las que no... Imaginemos que antes de impartir un curso de matemáticas, física, música, etc. el profesor dedicara algún tiempo a relacionar el valor de este aprendizaje conectándolo con necesidades y deseos de los estudiantes; el incentivo para aprender sería mucho mayor.
  2. Hacer que los estudiantes sean participantes activos a la hora de aprender. Estudiantes pueden aprender haciendo, construyendo, escribiendo, diseñando, creando, resolviendo... La pasivividad perjudica la motivación y la curiosidad de los estudiantes. Haga preguntas... Anime a los estudiantes a sugerir aproximaciones a un problema o a adivinar los resultados de un experimento...
  3. Pedir a los estudiantes que analicen lo que hace una clase sea más o menos. motivadora. Sería algo así como aprovechar "los puntos fuertes y débiles" de la materia y del profesor para que este pueda introducir cambios y apovechar todas sus potencialidades. Los estudiantes pueden responder cosas como: "el entusiasmo del profesor, la relevancia y nivel dificultad del material, la organización del curso, el grado de participación activa de los estudiantes, la variedad, la relación entre profesor y estudiantes, el uso apropiado, concreto y inteligible de lo ejemplos y decenas de cosas más..."
  4. Mantener expectativas altas, pero realistas, sobre sus estudiantes. Al parecer según algunas investigaciones las expectativas del profesor tienen un poderoso efecto en el comportamiento de los estudiantes. Se trata de que el profesor mantega expectativas realistas a la hora dedesarrollar su trabajo, hacer presentaciones, dirigir los debates, y hacer exámenes; y al mismo tiempo dé a los estudiantes oportunidades para tener éxito. Esa combinación puede funcionar siempre que, según los estudiantes, se dé un equilibrio realista.
  5. Ayudar a los estudiantes a establecer sus propios objetivos. Ayudar a los estudiantes a evaluar sus progresos, animando o criticando su trabajo, analizando sus esfuerzos, sus debilidades... Quizás en este tema lo más importante es animar a los estudiantes a centrarse en un proceso para mejorar continuadamente, no sólo en una calificación o en un examen.
  6. Comunicar a los estudiantes las exigencias de la asignatura para aprobarla. Es positivo establecer con claridad lo que se le exige a los alumnos para poder superar la asignatura. Incluso ser muy cuidadoso con el lenguaje. Por ejemplo, en vez de decir "vas muy atrasado" habría que decir a los estudiantes: "esta es la forma de ir al día.. ¿puedo ayudarte?".
  7. Fortalecer la automotivación de los estudiantes. Se deben evitar mensajes que como "exijo", "debes", "deberías" y sustituirlos por "creo que encontrarás.." "estaría interesado en conocer tu respuesta". La necesidad de lograr la automotivación y la autoestima de los alumnos debe estar siempre muy presente en la mente del profesor.
  8. Evitar crear competencia entre los estudiantes. La competencia produce ansiedad, lo cual interfiere de forma negativa con el aprendizaje. Es positivo reducir la tendencia de los estudiantes a compararse con otros estudiantes.
  9. Ser estusiasta con su asignatura. El entusiasmo del profesor con su asignatura es crucial para la motivación de los estudiantes. Si un profesor se convierte en aburrido o apático con su asignatura, los estudiantes también lo harán. El mejor estusiasmo del profesor es el que se deriva de su confianza, su identificación con los contenidos y un auténtico placer por enseñar.
  10. Trabajar las fortalezas e intereses de los estudiantes. Explicar cómo el contenido de la asignatura ayudará a los objetivos educacionales, profesionales o personales de los estudiantes. Partir del intereses reales de estos que sean vinculables con el aprendizaje.
  11. Cuando sea posible, dar alguna posibilidad de elección a los estudiantes sobre lo que están estudiando. En materia de trabajos, materiales... unidades alternativas.. no sobre los exámenes, pero sí en todo aquello que refuerce su corresponsabilidad.
  12. Incrementar progresivamente la dificultad del material de la asignatura . Es interesante dar opòrtunidades a los estudiantes para que tengan éxito al principio del primer trimestre del curso o semestre. Una vez que hayan triunfado, es más fácil incrementar la dificultad o el nivel de forma progresiva.
  13. Variar los métodos de enseñanza. La variedad ayuda a despertar la participación y la motivación de los estudiantes en la asignatura. Se puede romper la rutina de muchas formas: cambio de papeles, debates, tormentas de ideas, discusiones, demostraciones, casos de estudio, presentaciones audiovisuales, invitados externos, trabajo en grupos pequeños...
  14. Poner énfasis en el dominio y aprendizaje, más que en las notas. Los investigadores recomiendan dejar de poner énfasis en las calificaciones eliminando sistemas complejos de evaluación; también desaconsejan el uso de las calificaciones para comportamientos no académicos (ej. asistencia o no a clase). En vez de esto, valorar trabajos escritos, valorar la satisfación personal de trabajos realizados, y ayudar a los estudiantes a medir sus progresos.
  15. Diseñar exámenes que fomenten el tipo de aprendizaje que se desea que los alumnos asuman. Si, por ejemplo, los exámenes se basan en memorizar detalles los estudiantes se centrarán en memorizarlos; si en cambio sus exámenes ponen énfasis en sintetizar y evaluar la información, los estudiantes se motivarán para poner el practica estas habilidades cuando estudien la asignatura.
  16. Evitar utilizar las calificaciones como amenazas. Aludir o amenzar con bajas notas, puede provocar algunos estudiantes a trabajar duro, pero en otros estudiantes pueden provocar desde el deseo de autoengañarse o darse excusas para retrasar el trabajo hasta otros comportamientos contraproducentes.
  17. Dar feedback a los estudiantes tan pronto como sea posible. Devuelva los exámenes y los trabajos corregidos lo antes posible y reconozca y recompense pública e inmediatamente los éxitos logrados. Dé indicaciones sobre lo bien que lo han hecho o cómo pueden mejorar.
  18. Recompensar el éxito. Tanto los comentarios positivos o negativos influyen en la motivación, pero los investigadores indican que los estudiantes reaccionan mejor a través de un feedback positivo y el éxito. Alabar ayuda a construir la confianza, capacidad y autoestima de los estudiantes. Es importante reconocer los esfuerzos, incluso si los resultados no son buenos, trasmitiendo la confianza del profesor de que serán buenos en el futuro.
  19. Presentar a los estudiantes el buen trabajo hecho por sus compañeros. Compartir con la clase ideas, conocimientos y habilidades de estudiantes individuales con el resto de la clase. Por ejemplo, copias de los mejores trabajos o exámenes... Se trata de propiciar "habilmente" un reconocimiento social del trabajo bien hecho en su entorno de compañeros y relaciones.
  20. Ser específico, cuando se haga una crítica negativa, nunca a la persona. Las críticas tienen efectos poderosos y pueden conducir a una atmósfera negativa en la clase. Cada vez que se identifique una debilidad en los estudiantes, déje claro que se trata sobre una determinada función o tarea, nunca al estudiante como persona. Combinar un comentario negativo con otros aspectos en los cuales el estudiante haya tenido resultados positivos.
  21. Evitar comentarios degradantes en la clase. Muchos estudiantes pueden estar ansiosos por su rendimiento o habilidades en la clase. Hay que ser sensible en la forma en la que se expresa o se comentan tales temas a efectos de evitar observaciones o comentarios en los que el profesor muestre falta de interés o que "pasen" de sus sentimientos relacionados con su fracaso.
  22. Evitar ceder y dar las "soluciones" a los estudiantes para las tareas de trabajo o deberes para casa. Hay que lograr que piensen por sí mismos y dirigir la ayuda por otros caminos (ayudarles a construir lo que ya saben, propiciarles aproximaciones al problema, posibles pasos...). Hay que lograr métodos que ayuden a los estudiantes a que experimenten el sentimiento y confianza derivada de que lo pueden lograr por sí mismos, lo que incrementará su motivación para aprender.
  23. Asignar la lectura de los temas al menos dos sesiones antes de que sea analizada en clase. Dar a los estudiantes un tiempo sobrado para preparar y atraer su curiosidad hacia los materiales de lectura.. "Este ...es uno de mis favoritos... y estaré muy interesado en conocer vuestra opinión".
  24. Asignar preguntas de estudio. Al hacer preguntas se contribuirá a incentivar a los alumnos a buscar respuestas en lo que leen o estudian.
  25. Permitir breves chuletas que pueden ser utilizadas en los exámenes. Especialmente si estas chuletas incentivan la lectura, el trabajo y el estudio bien hecho. Un profesor en física daba la oportunidad de escribir en cada clase en una tarjeta 3x5: un resumen, definiciones, ideas claves u otros materiales derivados de la lectura, que los estudiantes entregaban finalmente al profesor con su nombre. Esa tarjeta se daba nuevamente al estudiante para complementarla pasados unos días para añadieran materiales que consideraran importantes y era nuevamente devuelta al profesor. Por último, el profesor entregaba a los estudiantes dichas tarjetas el día del examen, durante la realización del mismo. El resultado no se hizo esperar. El profesor notó que el porcentaje de alumnos que completaban sus lecturas pasó del 10 al 90%. Y los estudiantes especialmente valoraban estas "tarjetas de superviviencia" como una gran ayuda.
  26. Utilizar el tiempo de clase como tiempo de lectura. Si el profesor está tratando de provocar un debate y se percata de que pocos estudiantes han completado las lecturas asignadas, hay que considerar la posibilidad de que los alumnos completen su lectura en tiempo de clase, silenciosamente o en voz alta y discutiendo aquellos puntos importantes.
  27. Asignar trabajos escritos a aquellos estudiantes que no completen sus lecturas. Los que no las han completado al principio de la clase se le asigna un trabajo escrito y no participan en la dicusión de clase. El trabajo escrito no es evaluado, sino simplemente reconocido. Con estos métodos se puede ir logrando que los estudiantes finalmente cumplan con las lecturas programadas durante el curso.
Temas relacionados con Formas de motivar a los estudiantes:


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martes, 18 de marzo de 2008

Cómo ayudar a mi hijo en sus estudios

Son muchos los padres que se dirigen a nosotros vía e-mail preguntándonos cómo pueden ayudar a los hijos en sus estudios. De hecho eso fue lo que inspiró hace unos años la Guía de padres. Para los adolescentes también dimos consejos generales en Cómo ayudar a mi hijo con sus deberes.




Vamos a tratar de dar algunos consejos más concretos centrándonos en edades incluso más tempranas distinguiendo en lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer.

Qué hacer (o cómo ayudar)
  • Dirigirle y aconsejarle en la planificación y organización del tiempo de estudio. Ver Planes para estudiar.
  • Revisar tanto el trabajo realizado como la asimilación del mismo. Nunca haga el trabajo por él.
  • Orientar en vez de imponer. Sea paciente; debe esperar a que progresivamente su hijo vaya tomando sus propias decisiones.
  • Valorar más el esfuerzo de su hijo que sus resultados (calificaciones, notas...).
  • Cuidar las condiciones en las que estudia (el sitio adecuado, horas de sueño, la alimentación...
Lo que no hacer
  • No compararle con otros hijos o amigos.
  • No criticarle como persona, sólo corregirle sus errores.
  • No inculcarle una visión negativa de la vida. Esfuércese en ser positivo con su hijo.
  • No proyectar sobre nuestros hijos nuestras propias frustraciones, temores o ansiedades.
  • No hacerle culpable de los problemas o tensiones familares.
Recuerde que es mejor ganarse como aliados a sus profesores y llegar a la mayor coordinación posible entre padres y profesores.


Temas relacionados con Cómo ayudar a mi hijo en sus estudios


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domingo, 16 de marzo de 2008

Cómo motivar a un alumno

  • ¿Cómo puedo motivar a mis alumnos?
Esta es una de las preguntas más frecuentes que los profesores pensamos continuamente.

Algunos estudiantes parecen entusiarmarse de forma natural por el estudio, pero muchos necesitan o esperan que sus padres o instructores les inspiren, reten o estimulen. Algunos especialistas en la materia sostienen que el aprendizaje efectivo en el aula depende en gran medida de la habilidad del profesor para mantener interés de los alumnos. De hecho, cualquier nivel inicial de motivación que los estudiantes tengan antes de entrar en clase será transformado favorable o desfavorablemente dependiendo de lo que ocurra en clase.

Desafortunadamente, no hay una fórmula mágica para motivar a los estudiantes. Hay además diversos factores que afectan a la motivación de un estudiante dado a la hora de trabajar y aprender:
  • Interés en la materia de la asignatura
  • Percepción de su utilidad
  • Deseo general para lograr la meta de superar la asignatura
  • Auto-confianza y auto-estima.
  • Paciencia y persistencia.
Y, claro, no todos los estudiantes se motivan a través de los mismos valores, necesidades o deseos. Algunos serán motivables por la aprobación de terceros, otros por desafíos o retos.

La importancia de la automotivación y la autoconfianza

Algunos investigadores han empezado a identificar aquellos aspectos de la enseñanza que mejora la capacidad de automotivación de los estudiantes. Para animar a los estudiantes a que se conviertan en alumnos independientes y automotivados, los profesores pueden actuar en las siguientes direcciones:
  • Dar frecuentes, anticipadas y positivas respuetas que apoyen a los alumnos a creer que pueden hacerlo bien.
  • Asegurarse de dar oportunidades para que los estudiantes tengan éxito, asignando tareas que ni sean demasiado fáciles, ni demasiado difíciles.
  • Ayudar a los estudiantes a encontrar un significado personal y un valor en la materia objeto de estudio.
  • Crear una atmosfera que sea abierta y positiva.
  • Ayudar a los estudiantes a sentirse como miembros valorados de una comunidad de aprendizaje.
  • Buenas practicas diarias de enseñanza hacen más para combatir la apatía estudiantil que esfuerzos extraordinarios para combatir la falta de motivación.
  • La mayoría de los estudiantes responden positivamente a un curso bien organizado enseñado por un profesor estusiasta que siente interés por sus estudiantes y su progreso en los estudios.
  • Las actividades que desarrolladas para promocionar la formación también fomentarán la motivación de los estudiantes.
Ver también 101 formas de motivar a los alumnos

Temas relacionados con Cómo motivar a un alumno


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martes, 4 de marzo de 2008

¿Cuántas horas de estudio son necesarias?

Suele ser frecuente preguntarse cuántas horas de estudio son necesarias al día por término medio.

Antes que nada haya que recordar que para los estudiantes estudiar es un trabajo de dedicación a tiempo completo. En los países atrasados donde no hay colegios u otros recursos educativos los niños empiezan a trabajar a edades muy tempranas (antes de los 9 años) y su jornada de trabajo en duras faenas agrícolas o de otro tipo es de sol a sol.

Si estás estudiando debes tener muy claro que tu máxima prioridad son tus estudios y tu compromiso es trabajar con ello a jornada completa. Es también importante que si compatibilizas estudio con trabajo (en estudios superiores es posible) o tienes actividades extraescolares (deporte, etc.) el estudio es tu ocupación y obligación central.



¿Cuánto tiempo es necesario dedicar al estudio?

Una reciente encuesta en Chronicle of Higher Education sugería que los estudiantes no estudian sufsuficiente. ¿Y cuánto es suficiente? La respuesta dependerá del tipo de estudios, la edad y el rendimiento del estudiante, etc.

Pero si asumes que los estudios es una profesión a tiempo completo, entonces deberías pasar unas 40 horas a la semana dedicado a ello entre clase y estudio. Como mínimo pues los estudiantes deberían calcular la diferencia entre 40 horas menos las horas reales de clase. Si por ejemplo se siguieran 30 horas de clase a la semana habría que dedicar un mínimo de 40-30= 10 horas de estudio. Esto bajo el supuesto de que el rendimiento en las clases fuera óptimo.

Administrar tus horas de estudio bien

Tan importante como la cantidad de horas es la calidad de las mismas. Para rendir al máximo debes por ejemplo haber retenido al máximo las explicaciones de clase tomando buenos apuntes, tener estos y todos tus materiales de estudio ordenados y al día, estudiar en un sitio adecuado que te permita la concentración, tener un elevada motivación que te haga rendir al máximo cada minuto, emplear técnicas de estudio adecuadas (repasos programados, técnicas de lectura rápida, etc. etc. ).

No a la dilaciones

Parte de horarios de estudio ya planificados y atente con fuerza a ellos. No a las dilaciones. Las dilaciones se disfrazan de mil maneras:
  • "Un día más no importa, empezaré mañana"
  • "No importa si empiezo unos minutos tarde, nadie es puntual"
  • "Trabajo mejor bajo presión."
  • "Sólo veré la TV un cuarto de hora más"
  • Rellena tu propia excusa favorita:"____________________."
Algunos consejos para estudiar con eficiencia en las horas de estudio

Siete consejos que te serán muy útiles a la hora de sacar rendimiento a las horas de estudio
  1. Evita las dilaciones y retrasos.
  2. Registra la actividad de cada hora. Toma conciencia de lo que te hace perder el tiempo.
  3. Disela tu plan de horario para el estudio
  4. Establece con claridad tus máximas prioridades
  5. Controlar tu estudio midiendo tu rendimiento y progreso y reprogramando tus necesidades de estudio.
  6. Fíjate objetivos alcanzables que te motiven
  7. Intenta pensar en positivo e ir construyendo nuevos hábitos sobre los logros que vayas alcanzando.



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